Hoy he ido a sacarme sangre para una analítica. La segunda vez en este mes. La primera, el día 4 y que días después me informaron de que a causa de una huelga, los laboratorios, con toda la mala intención, recogieron las muestras, pero no llevaron a cabo los análisis. Así pues, he tenido que volver para otra extracción. 
No se trata solo de las molestias, que para más colmo han sido veinte minutos esperando bajo la lluvia, ya que desde 2019, por precauciones, no dejan hacer la cola de espera en el interior del centro y debemos esperar bajo una cubierta que no protege del todo de la lluvia. 
La enfermera me explica que han sido solo las analíticas de la primaria y no se incluyeron las hospitalarias. Aun así, son varios miles; habla de seis o siete mil y eso supone un buen número de jeringuillas, tubos y vasos de orina, de sangre, etc.etc. que se han ido a la basura. 
Ignoro la razón de la huelga, pero la intuición me dice que es probable que lleven su razón aunque me he quedado con el detallito de no confirmar la huelga hasta las 9 de la mañana, cuando ya se han realizado las extracciones. Eso, nunca mejor dicho, es tener mala sangre.