En el universo... Infinito o quizás no, pero cuyas dimensiones ignoramos y que nos admira, cada vez que intentamos tomar medida de su grandiosidad, la historia del planeta que habitamos es solo un simple parpadeo insignificante. Y es esta insignificancia, la que nos sobrecoge y nos rebela, sabedores de que los destinos son siempre finitos y que nada dura más allá de una vida. 
Pero, ¿cuál es la longitud de la vida de la humanidad? ¿Cuál es la posibilidad de superar o sobrepasar la finitud del planeta que nos sustenta?

En los sueños que dan forma a los anhelos, la humanidad aspira a seguir una evolución que le posibilite vivir en otras esferas planetarias, en otros sistemas estelares y ya puestos, ¿por qué no en galaxias lejanas?

Y en el paroxismo del anhelo, hablamos ya, de traspasar nuestra consciencia individual - e incluso, hay quien pretende también, traspasar la consciencia global- a máquinas que no se vean limitadas por las agresivas condiciones de entornos extraplanetarios.
Es solo pura soberbia. ¿Quién ha pensado con suficiente profundidad, como para dar forma mental e imaginar cómo sería la descendencia en tal entorno?
Personalmente, pienso y por eso lo escribo, que renunciar a nuestra biología, no tiene sentido y es mejor aceptar la finitud de lo existente. 
¿A alguien le gustaría ser una máquina con consciencia?