🕙Lectura: 00:43
Para Trump, nosotros; es decir, el resto del mundo, somos unos vampiros que hemos estado chupando la sangre a los Estados Unidos. Y si queremos despojarnos de nuestro vampirismo, solo tenemos una solución: lamerle (que no besarle, como dicen algunos medios), el culo.
Puedo imaginar, la dolorosa vergüenza ajena que puedan estar sintiendo los anteriores presidentes norteamericanos, a los cuales, por cierto, Trump ha calificado de inútiles y estúpidos. Y por supuesto, me preocupa mucho, la tibieza de las reacciones europeas. Incluso me preocupa que provoque más sorna que determinaciones.
Más allá de las cuestiones puramente comerciales, ya de por sí gravísimas, esto está provocando muerte y sufrimiento, empobrecimiento y más hambruna. Está originando impotencia en organizaciones no gubernamentales y poniendo en serio peligro a iniciativas solidarias en todo el mundo.
Compartir:
Com diria la iaia, a
ResponderEliminar... fer la mà. Trump, per suposaiting.
ResponderEliminar