Es solo una brizna de hierba. Fotografiada en el rocío de la mañana, en aquellos tiempos, cuando agacharme y trabajar a ras del suelo, no era una dificultad y el cuerpo aún respondía. Allí, en aquel territorio cercano y poco conocido, el fotógrafo descubría un mundo de detalles en ocasiones insólitos e inesperados. Parecía otro mundo.
Humildad es el título que recibió la foto y de la cual, como es costumbre, se crearon un buen número de versiones. Ninguna de ellas conseguía borrar o desvanecer el simbolismo que yo creía ver y leer:
Una humilde planta parece inclinarse respetuosamente, y recibía la «dádiva de lo alto» (esta sí es cierta). La «gracia» del agua que tanto necesita, envuelta en hermosos rayos de luz. La dádiva de la vida.
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M'agrada la foto, més que una foto sembla un oli, el que no és fàcil d'aconseguir.
ResponderEliminarSalut.
Descriptiva es la palabra brizna y me gusta, pero más aún tu descripción, que embellece más si cabe es minúscula hierba.
ResponderEliminarGracias.
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