Ya sé que no es algo que le importe a nadie; o sí, no lo sé.
El caso es que si no lo cuento, reviento. No en balde este blog es bitácora y como tal refleja cuestiones esencialmente personales.
Y se trata de que pocas cosas me producen más repugnancia (intelectualmente hablando) que observar a gente capaz de subyugar su propia opinión con tal de defender la de sus amigos, sea esta acertada o equivocada; coincida con la suya, o no. Personas capaces de convertirse en terraplanistas (ejemplo) con tal de defender la opinión de su amigo, cuando en verdad, si fueran auténticas amistades, deberían subrayarle el error y conducirle hacia el acierto. Pero no; no ocurre. Muy posiblemente por algún interés estúpido. Y cuando lo percibo, me siento desarmado.
Es una especie de mezcla pastosa entre el amiguismo y el gregarismo, sazonada con una pizca de idealismo sindicalista. Algo que me recuerda aquellos juramentos infantiles que daban forma a «las pandillas» pero que, en edad adulta, ya no tienen sentido.
El caso es que si no lo cuento, reviento. No en balde este blog es bitácora y como tal refleja cuestiones esencialmente personales.
Y se trata de que pocas cosas me producen más repugnancia (intelectualmente hablando) que observar a gente capaz de subyugar su propia opinión con tal de defender la de sus amigos, sea esta acertada o equivocada; coincida con la suya, o no. Personas capaces de convertirse en terraplanistas (ejemplo) con tal de defender la opinión de su amigo, cuando en verdad, si fueran auténticas amistades, deberían subrayarle el error y conducirle hacia el acierto. Pero no; no ocurre. Muy posiblemente por algún interés estúpido. Y cuando lo percibo, me siento desarmado.
Es una especie de mezcla pastosa entre el amiguismo y el gregarismo, sazonada con una pizca de idealismo sindicalista. Algo que me recuerda aquellos juramentos infantiles que daban forma a «las pandillas» pero que, en edad adulta, ya no tienen sentido.
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En conec algun d'aquests que parles.
ResponderEliminarHay personas que no tienen sus opiniones demasiado estructuradas y les resulta más fácil adoptar las ajenas, es la base del proselitismo. Otras, simplemente, tratan de quedar bien en cualquier momento y en cualquier situación, yo las llamo opinadoras gato, que siempre caen de pié. "Tien q'haber de tou", que decía mi abuelo.
ResponderEliminarCierto; las que comentas también son una realidad. Pero aquellos que sacrifican (anulan u ocultan) su opinión para apoyar la de otro, con tal de darle la razón para anular la de un tercero, me parecen especialmente mezquinos.
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