Cuando ya eres mayor y miras hacia el futuro, el horizonte se presenta luminoso, ¿no crees Okanu?
—No empieces con tus cursilerías, Nox. Mira; cuando eres mayor -y yo lo soy más que tú- la mayor parte del tiempo tienes los ojos entornados y el ceño fruncido, porque si no te duele un hueso te duele el otro, así que déjate de pavadas. ¿De verdad te crees que mis ojos medio cerrados, se deben a la luminosidad de mis dias por venir? No me jodas.
No querido amigo, no. El futuro es luminoso, Es la paz de la ancianidad, es aquello de ver pasar los cadáveres de tus enemigos...
—Joder con el plasta este, no se calla ni cuando duerme. ¡Mira sí; vale! Tienes razón: El horizonte de los viejos es tan luminoso que, al poco tiempo, cierran los ojos y ya no los vuelven a abrir nunca más. Y no creo que sea porque el resplandor les moleste. Es lo que tiene eso de palmarla.
Eres un cabrón.
—Prefiero ser un cabrón que un tonto del culo. ¡Oye! Por cierto, la nada ¿es blanca o es negra?
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Así debería ser para todo el mundo, para todo aquel que llega a la ancianidad, una etapa serena. Pero qué va, cada vez resulta más dura (o yo lo veo así) porque cada vez la sociedad está más deshumanizada y los mayores son "aparcados" en cualquier residencia, abandonados por quienes un día lo dieron todo, sus hijos. Y mueren sin saber por qué les han abandonado.
ResponderEliminarSAludos.
No temo quedarme solo, mi temor estriba en dejar de hablarme.
ResponderEliminarSalut
La nada no es nada.
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