De entre todas las cosas, las antiguas son las que añoro con mayor intensidad. Las modas de hoy en día son cada vez más innobles.
Por su carácter solariego, me parecen especialmente bellos los utensilios de madera que fabricaron los artesanos antiguos. Por lo que se refiere a las cartas y diarios, me maravillan los escritos en papeles deshechos y reutilizados.
de Yoshida Kenko.
—¿Todo fue mejor, en nuestro pasado vivido?—Es una pregunta interesante que sin duda daría para una suculenta charla acompañada de un buen café. Pero ciertamente, llama la atención que, al igual que Kenko, hoy es común la queja por lo mal que se fabrica y como las cosas llegan al mercado con obsolescencia programada y materiales muy cuestionables. Y en la actualidad, cuando las publicaciones en papel, empiezan a ser algo que se encamina a la extravagancia, por la llegada y expansión de lo digital, no deja de ser curioso que un monje, siglos atrás, también hacía su reivindicación del papel reutilizado, como el de la actual prensa. Y por supuesto, no podía faltar la queja de la invasión de las jergas callejeras y el mal uso de los léxicos. ¿Acaso no estamos ahora, en las mismas?
La evolución tecnológica es incuestionable, pero no ocurre lo mismo con la evolución del conocimiento y la cultura. Puede que vivamos en la época de la información; sobre-información diría. Pero no creo que sea discutible el hecho de que conocimiento e información no son la misma cosa.
¿Avanzamos? —Creo que sí, pero no, a la velocidad que suponemos.
La vigència del pensament de filòsofs de fa més de dos mil anys, palesa que avancem molt poc. Hem avançat en la moral, però molt poc en ètica.
ResponEliminaDit això, gosaria afirmar que qualsevol temps passat fou pitjor.
Salut.
Hem avançat en la moral, però molt poc en ètica.
EliminaConfesso tenir dificultats per a entendre això
Tu comentario inspirado por la reflexión del monje es prudente y acertado. Por supuesto, recordar es una cosa, sentir añoranza o nostalgia es otra. Pero en función de nuestro momento vital, por edad o por desconcierto, hay una delgada línea entre simplemente pensar en experiencias vividas y la nostalgia. Si no distinguimos lo que nos acecha será la melancolía. De ahí que convenga tener claro que un mantenimiento de los recuerdos sobre lo que ya no disponemos (familia, relaciones, situaciones, etc.) no nos haga desear a los fantasmas. No quita que a veces suponga un ejercicio de exorcismo personal porque además descubrimos claves de tiempos y comportamientos de personas que nos rodearon. Lo perdido, perdido está.
ResponEliminaPor mi parte no me gusta caer en la trampa de las preguntas mal planteadas, que suelen hacerse generalmente. Lo de cualquier tiempo pasado fue mejor no me agradó nunca. Implica reducir la experiencia de lo pasado solo a lo bueno y acertado, obviando situaciones malas o frustrantes. Los productos de otro tiempo ¿podrían fabricarse hoy del mismo modo para que fueran accesibles a una capacidad adquisitiva de la amplia sociedad?, supongo que no, y aunque ahora nos fastidie que todo tenga menos duración detrás están las leyes inexorables del mercado. Serían temas a debatir, como bien dices.
Lo de los léxicos. Pues ya ves, existía la cuestión en tiempos de Yoshida, y ahora no solo es que haya léxicos ultra actuales, cargados de jerga anglosajona, por ejemplo, sino que el vocabulario más elemental y usado que ha venido existiendo ya no es usado por sectores de las nuevas generaciones. En fin, que el monje bien captó en aquellos siglos XII/XIV japoneses, análogas circunstancias a las que vivimos ahora.
Por cierto, los versos de Jorge Manrique donde sale aquello del tiempo pasado son muy precisos:
"...cuán presto se va el plazer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parescer
cualquier tiempo pasado
fue mejor"
Acordado quiere decir recordado, y según dicen los especialistas en el análisis literario, la idea de que el recuerdo de la felicidad pasada es un sufrimiento en el presente es una imagen de los estoicos que llegó a la Edad Media y queda constancia en la Divina Comedia, por ejemplo. Esto no me lo invento, es lo que dice un filólogo que ha editado la obra de Manrique. A mí la expresión "cómo a nuestro parescer" me resulta muy ilustrativa y precisa.
Muy de acuerdo. Supongo que la percepción del pasado y su valoración, tiene mucho más que ver con la psicología del individuo que con los eventos en sí mismo. Y efectivamente, es lo que percibo en Manrique (a nuestro parescer). En definitiva; una cosa es cierta:
EliminaCualquier tiempo pasado, es pasado. (aunque no necesariamente, haya pasado del todo) Abrazo!
Leía el texto de Kenko y pensaba exactamente lo que luego dices: es de hace siglos y podría ser escrito ahora mismo. El pasado ya lo conocemos, quizás por eso nos parece mejor, porque algo que nos cuesta manejar como especie es la incertidumbre.
ResponEliminaNo, información no es lo mismo que conocimiento, como ambos son distintos a sabiduría. Aunque se confundan con frecuencia.
Bicoss
Exactamente.
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