De entre todas las cosas, las antiguas son las que añoro con mayor intensidad. Las modas de hoy en día son cada vez más innobles.
Por su carácter solariego, me parecen especialmente bellos los utensilios de madera que fabricaron los artesanos antiguos. Por lo que se refiere a las cartas y diarios, me maravillan los escritos en papeles deshechos y reutilizados.
de Yoshida Kenko.
—¿Todo fue mejor, en nuestro pasado vivido?—Es una pregunta interesante que sin duda daría para una suculenta charla acompañada de un buen café. Pero ciertamente, llama la atención que, al igual que Kenko, hoy es común la queja por lo mal que se fabrica y como las cosas llegan al mercado con obsolescencia programada y materiales muy cuestionables. Y en la actualidad, cuando las publicaciones en papel, empiezan a ser algo que se encamina a la extravagancia, por la llegada y expansión de lo digital, no deja de ser curioso que un monje, siglos atrás, también hacía su reivindicación del papel reutilizado, como el de la actual prensa. Y por supuesto, no podía faltar la queja de la invasión de las jergas callejeras y el mal uso de los léxicos. ¿Acaso no estamos ahora, en las mismas?
La evolución tecnológica es incuestionable, pero no ocurre lo mismo con la evolución del conocimiento y la cultura. Puede que vivamos en la época de la información; sobre-información diría. Pero no creo que sea discutible el hecho de que conocimiento e información no son la misma cosa.
¿Avanzamos? —Creo que sí, pero no, a la velocidad que suponemos.
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La vigència del pensament de filòsofs de fa més de dos mil anys, palesa que avancem molt poc. Hem avançat en la moral, però molt poc en ètica.
ResponderEliminarDit això, gosaria afirmar que qualsevol temps passat fou pitjor.
Salut.
Hem avançat en la moral, però molt poc en ètica.
EliminarConfesso tenir dificultats per a entendre això