20/1/25

Etapas



Todas las etapas de la vida nos son reconocibles. 
Incluso antes de la adolescencia, en nuestra niñez avanzada, un poco antes de la pubertad, ya reconocemos esas etapas con más o menos criterio. Tenemos una idea un tanto imprecisa, pero suficiente, de cuando empiezan y cuando acaban. Los niños intuyen la pubertad gracias a sus hermanos o amigos un poco más mayores que se «comportan raros». Y los púberes se suelen volver aún más raritos cuando alcanzan la adolescencia. Los mayores lo llamamos la «edad del pavo».
Entonces llega una juventud un tanto menos «pava», pero igualmente loca, excitante y necesaria para que se asiente una personalidad, que nos permitirá seguir un proceso de crecimiento. A superarla lo llamamos la época de la adultez.  Esta es sin duda una de las etapas más desdibujadas en la actualidad. Una gran mayoría forman entonces su familia y alcanzan y culminan lo que entendemos como la madurez.
Y a partir de aquí, y especialmente desde la época industrial, las siguientes etapas de la vida ya no están nada claras. Posiblemente, porque a muchos les cuesta catalogarse en esas etapas. Desde el cuarentón que aún vive con los papis, hasta el que pilla «la depre de los cuarenta» porque le ha crecido la barriga. Posiblemente, esta sea la cúspide en la Curva de Gauss de la vida y también, la etapa más larga.

Llegan después, las etapas más ácidas. Y para mencionarlas, nos gusta mucho más emplear eufemismos y no calificaciones nominales concretas. Decimos: Mayores, veteranos, tercera edad, retirados, viejos, ancianos, pensionistas, etc.etc.

Es curioso: En todas las etapas anteriores, la meta de salida y la de llegada, están desdibujadas, indefinidas, imprecisas. Sin embargo, de la última etapa, todo quisque nota en su cuerpo, muy claramente, cuando comienza y por supuesto tiene bien claro cuando se acaba.
En todas las anteriores, desde la infancia, hasta la madurez, en mayor o menor medida, todo el mundo aspira a pasar a las siguientes y fabula con las posibilidades que prometen. En la penúltima las aspiraciones son bastante mínimas y de la última seguimos fabulando con que haya otra. Es un subproducto del instinto de supervivencia. Como tal subproducto, pocos saben reciclarlo o colocarlo en los desechos.
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2 comentarios:

  1. L'última etapa de la vida és feixuga, com l'ascensió a un Tourmalet del qual un cop al cim ja saps que no hi ha camí de baixada.

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  2. Buena síntesis, tras la tesis y la antítesis que es no solo todo el vivir sino cada fase de vida. Divertido todo. Si no fuera por el dolor, ay el dolor. (en todas su vertientes y expresiones, mal que les pese a los que hacen del dolor una religión, claro, dolorosa también)

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