Todo mi cuerpo sintió lo mismo que sienten las plantas de los pies, cuando en la arena de la playa, en el rompiente, el agua retrocede momentos después de haber llegado la ola. Era como un desvanecerse suave, como una disgregación molecular, como un vaciarse, como un viaje hacia la nada.
Sentí por última vez la turgencia de tus senos clavándose en mi pecho y la húmeda lluvia de tus lágrimas sobre mi hombro y aspiré profundamente el cautivador perfume de tus cabellos. Sollozos y silencios. Gemidos reprimidos y llantos entrecortados.
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Aquel fue el último abrazo.
Más de medio siglo después, de vez en cuando, esa presión en la garganta, aparece cuando te recuerdo. Pienso qué misterio hay en que las brasas de aquel amor, sigan vivas, a pesar de que nos separamos entonces y ya hace unos años, me anunciaran que ya estabas viajando entre las estrellas. En vano, me pregunto que será de esas brasas cuando mi memoria se apague.
Emociona leerlo y casi sentirlo🤦♀️💫😘😘
ResponderEliminarNos alimentamos de aquellas brasas que acaso no permanecen solo para nosotros sin apagarse.
ResponderEliminarCançó de s'amor perdut i no retrobat. Maleïts records.
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